Reseña publicada en la revista «El Sábado» del diario El Mercurio, 2 de junio de 2012
El título de este libro de Andrés Anwandter (1974) alude a un colorante sintético, también llamado «amarillo ocaso» o «amarillo nº 5», presente en cientos de productos y denunciado por la OMS por los riesgos para la salud de los consumidores. Pero también puede leerse, como lo sugiere la portada y la inflexión general del libro, como el tono agonizante de la luz que se filtra a través de capas de contaminación: el paisaje santiaguino en invierno. O a la neblina tóxica producto de la polución generalizada que se extiende sobre el mundo, y también a esa otra niebla, que no se ve pero de todos modos ahoga, que surge de la incertidumbre: el planeta convertido en una esfera incandescente «que los líderes mundiales se pasan /de una mano a otra». Es que el tono de Amarillo crepúsculo es apocalíptico, pero no a la manera del profeta que eleva la voz ante las multitudes, sino al del espectador desesperanzado, el testigo anónimo que suma a las perplejidades de siempre las preguntas por la extinción y el futuro del hombre sobre la tierra; y es también una crónica personal de la década pasada, y aún más atrás, desde la cual se ramifica la mirada sobre los medios y su sostenido falseamiento de la realidad, los alimentos, la política, la cotidianidad, la paternidad, la economía, los negocios, la burocracia. Un libro abarcador, fuertemente político, que avanza poema tras poema -todo en minúsculas y sin títulos, aunque cada comienzo está marcado por otra tipografía- en aquella crónica vital donde no hay heroísmo ni aventura ni riesgo, sino rutina, dudas y abismos donde se hunde la pregunta por el sentido. Las referencias filosóficas y literarias que menudean en el texto se incorporan con fluidez al desconcierto de la voz de esa suerte de narrador que enuncia los poemas («qué es la política / según hobbes / el griterío de los pájaros /del capitolio en sus orejas»). Andwandter trata también de desmontar las retóricas al uso, con resultado dispar y aciertos certeros como «la volatilidad del mercado /es el último efecto especial / de la poesía». El poemario representa un paso sustancial en una trayectoria poética que lo llevó a ganar el Premio de la Crítica en 2007 por Banda sonora. Más maduro, más distanciado y más perplejo, Anwandter merece la compañía de los lectores en su afán de explorar el reverso de las apariencias morales, políticas y existenciales del mundo contemporáneo.
Andrés Anwandter. La Calabaza del Diablo, Santiago, 2012. 250 páginas.