Sonríe o muere

Reseña publicada en la revista «El sábado» del diario El Mercurio, 3 de septiembre de 2011

En la película Little Miss Sunshine, el padre de la niña protagonista se gana la vida mediante la venta de sets de auto ayuda para mejorar el rendimiento laboral, pero es un completo y rotundo fracasado. Es la “industria de la motivación” que Barbara Ehrenreich describe en el cuarto capítulo de su libro, parte fundamental de la ideología del piensa positivo. O “la trampa”, como dice el subtítulo de este excelente ensayo. Ocurrió que, hará unos diez años, la autora contrajo un cáncer de mama y ya desde el vestidor de la sala donde le hicieron la mamografía se dio de bruces con la punta del iceberg de una industria en torno a la enfermedad: aquella de “piensa positivo y vencerás”, cuyo funesto lado oscuro es “si el cáncer finalmente te mata, es porque tú te dejaste llevar por el derrotismo”. Esa es la trampa que alienta en múltiples aspectos de la vida cotidiana en los Estados Unidos, la falsa conexión entre la mente y el cuerpo o, peor aún, entre la mente y el destino. ¿Te fue mal en un negocio? Culpa tuya, no quisiste triunfar con la suficiente intensidad. ¿Quedaste cesante y te arrastras inexorablemente hacia la pobreza?  El destino te ha hecho el don de poder pensar tu vida de nuevo. ¿Tienes cáncer de próstata? Agradece, porque “supone una oportunidad, un camino, un modelo, un paradigma de qué puede usted hacer para ayudarse a sí mismo y ayudar a los demás”.

Es siniestro. La autora es elocuente: “por favor, que me mate un psicópata, imploré, cualquier cosa menos morir ahogada en ese almíbar sentimental de color rosa que cubría las paredes de aquel vestuario y rezumaba por el pelaje de aquel osito”. A partir de ahí, Ehrenreich realiza una intensa pesquisa por la historia y la cultura estadounidenses para rastrear los factores y las ideas que han dado forma a una manera de mirar el mundo que, por mucho que abunde en sonrisas, esconde también al pueblo que más ansiolíticos consume en el mundo. Con agudeza, con trabajo de campo y un amplio mapa de referencias, da forma a un ensayo que a ratos corta el aliento por su incisivo filo y permite entender mejor por qué tanta superchería empalagosa con etiqueta de autoayuda, pródiga en frases hechas y falsa ternura, tiene libre permiso de circulación en la industria del libro (y en muchas otras industrias) también por estas latitudes.

Barbara Ehrenreich. Turner, Madrid, 2010. 271 páginas.