Continuación de ideas diversas

Reseña publicada en la revista «El Sábado» del diario El Mercurio, 8 de marzo de 2014

continuacion-de-ideas-diversas-674x1024Aunque el escritor argentino César Aira ha escrito algunos ensayos (sobre Alejandra Pizarnik y sobre Copi, pero sobre todo su inigualable Diccionario de autores latinoamericanos), y aunque ha incursionado en el género dramático, el trazo principal de su escritura corre por la novela y, en menor medida, el cuento. Este libro -y en verdad no podría ser de otra manera, tratándose de Aira- rompe las convenciones exigidas tanto al ensayo como al diario de vida y aún a la ficción, puesto que de todo ello hay en esta sucesión de parágrafos que alguna vez enlazan con el siguiente, aunque lo habitual es que el tema cambie completamente. Recuerdos, películas, hechos del día anterior, el insomnio, la literatura y sus procedimientos, ideas de novelas, las pesadillas, ácidos juicios sobre el mundo contemporáneo, su manera de entender el ejercicio de la escritura, dan forma a un libro que gana valor (unos cuántos parágrafos se refieren al tema del valor literario o artístico) por varias razones. Primero, se trata de la inconfundible voz narrativa de Aira, uno de los escritores menos convencionales y más atractivos de la escena latinoamericana actual. Segundo, Aira habla de sí mismo, en primera persona, y, aunque sea de manera parcelada y casi renuente, como si tratara de esconder en la ironía o la distancia la peripecia autobiográfica, ofrece un singular recorrido por su formación como lector y algunas luces -pocas- sobre su familia y su entorno. Tercero, recupera una tradición (y la subvierte, por supuesto) ya antigua, esos libros de pensamientos (que solían incluir aforismos, pero esas frases cerradas y tajantes, que sobreviven la cita en cualquier contexto, no van con el autor) que menudearon en Europa hará un par de siglos. Aira la subvierte por la libertad que se toma con los temas y la ausencia de todo intento moralizante o al menos pedagógico. Se convierte así en un recorrido que el mismo autor describe como un “cadáver exquisito”, esa forma de escribir entre varios donde cada uno aporta un verso o un párrafo, solo que en este caso todas las ideas, las ocurrencias, los sueños, vienen de un escritor que si a los 14 años leía a Proust, Borges y Kafka (y por ello dice de sí mismo que fue “un lector muy precozmente intelectual, muy highbrow y no poco esnob, muy literario”), también afirma que la principal influencia en su vida de escritor son “las historietas de Superman, de los años cincuenta y sesenta”. Este contraste -uno de tantos- puede dar una idea de lo que hay en este libro singular y único, tan Aira como Aira.

César Aira. Ediciones Universidad Diego Portales, 2014. 86 páginas.