Reseña publicada en la revista «El Sábado» del diario El Mercurio, 27 de agosto de 2011
El ensayista y novelista irlandés Colm Tóibín es un especialista en Henry James que escribió incluso una biografía novelada sobre el autor: The Master. Retrato del novelista adulto. Es excelente, aunque ¡El autor, el autor!, de David Lodge, es aún mejor. Es llamativo –y por eso la mención a esos libros- el interés que James como personaje despierta en otros escritores. Quizá es que, como Tóibín dice, “en ningún momento pretendió mostrar su alma al lector”. Pero, si alguna vez estuvo cerca de hacerlo, fue en los textos agrupados por Tóibín en este grueso volumen, que contiene ocho relatos –algunos bastante largos- y la novela –Washington Square– que James ambientó en su ciudad natal. Hay que aclarar que es el único rasgo en común que tienen y que, en ellos, la ciudad es poco más que el gran escenario donde se mueven los característicos personajes de James, pero también es posible seguir la línea sutil de la biografía del autor y, sobre todo, de sus ambivalentes sentimientos respecto de Nueva York (el primer relato incluido fue publicado en 1868 y el último, en 1910, cuando James llevaba varias décadas radicado en Inglaterra). Su aversión al progreso y al cambio, por ejemplo, se manifiestan con singular claridad, y el hecho de que la casa donde nació fuera demolida en nombre de ellos fue una catástrofe. El excelente prólogo de Tóibín da muchas luces al respecto e incorpora también materiales provenientes de otros libros del autor. Hay quienes tienen una legítima y muy válida aversión a los prólogos, pero, en este caso, es absolutamente recomendable para abordar luego el volumen desde una doble perspectiva: el placer de la lectura -que siempre es intenso con Henry James, por más que una buena porción de la modernidad literaria abomine de su psicologismo y amor por el detalle-, por una parte; y, por otra, esa sinuosa y tenue línea biográfica que se esconde en textos donde los más apresurados y menos logrados son, con frecuencia, los más reveladores. Y no deja de sorprender también que la lectura de esta particular e inédita antología vuelva a entusiasmar con un autor que sin duda merece el calificativo de clásico, pero de esos clásicos vivos que aún son capaces de hablarle a un nuevo tiempo, y no a esos momificados en el museo literario que sólo arrancan bostezos de aburrimiento.
Henry James. Sexto Piso, México, 2011. 695 páginas.