Reseña publicada en la revista «El Sábado» del diario El Mercurio, 22 de junio de 2013
Esta novela -claramente dirigida a un público masivo- por fortuna escapa, y por amplio rango, a los bordes del género y también a sus peores tics; lo que más daña al género es que abundan autores que creen que se trata solo de aplicar una fórmula y situarla en ambientes poco habituales. En cambio, la autora pone a prueba la elasticidad de la novela negra porque es también, como bien lo destaca Rodrigo Fresán en el epílogo, una historia de amor, pero de esas terribles. Más bien se trata de una historia de matrimonio, que no es lo mismo, y que por eso tiene más capacidad de aterrar que el hilo policial de la trama; aunque también aporta, y con singular vivacidad, un componente de comedia, de esa comedia cotidiana, maltrecha y agridulce que se vive entre tantas parejas en el mundo. En suma, Perdida no sólo tiene una estructura compleja, hecha a dos voces (aunque una de ellas se desdobla completamente entre la primera y las dos restantes partes), sino que también enriquece la estructura del thriller con registros más cercanos al lector que la clásica historia de asesinato e investigación policial. Gillian Flynn crea, entonces, una trama inteligente y bien desarrollada que tiene pocos puntos bajos y muchos giros sorprendentes en el camino; pero crea, sobre todo, un gran personaje, la protagonista de la novela: Amy Elliott Dunne, una mujer tan atractiva como brillante, la aparente mujer perfecta, que además goza de una impresionante habilidad para asumir distintas personalidades. No se trata técnicamente de esquizofrenia, sino de talento para adoptar una imagen y ser consecuente con la caracterización, aunque ello sea motivo, finalmente, de equívocos malsanos y de que se plantee la gran incógnita acerca de quién es realmente Amy, también protagonista de una serie de novelas escritas por sus padres, Amy la asombrosa, retrato perfecto de la niña ejemplar que deviene en mujer guapa y rica que parece no tener otro destino que una vida clásicamente burguesa. Pero Amy es mucho más que eso; arrastrada a North Carthage, un pequeño pueblo de Missouri a orillas del Mississippi, dueña de casa desempleada mientras Nick, su marido, está en su pueblo natal y lo pasa muy bien, elabora un plan que requiere, sobre todo, de paciencia, planificación perfecta y una voluntad a toda prueba. Pero está, cómo no, el azar, aunque Amy la perfecta, Amy la asombrosa, también está preparada para afrontar sus jugarretas.
Gillian Flynn. Random House Mondadori, Barcelona, 2013. 569 páginas.