A la hora en que cada uno tiene razón

albert-caracoA la hora en que cada uno tiene razón, todo está perdido, todo se vuelve permitido y posible, es la hora trágica por excelencia y es la nuestra. Estamos en medio de personas de buena fe, que morirán por su causa aceptando inmolarse, sabemos que su causa es un malentendido en la mayoría de los casos, pero no sirve de nada informarles de ello, se negarán a creernos y especialmente teniendo en cuenta que ahí se contiene su razón de vivir. El ideal es casi siempre un pañuelo de equívocos y si sustraemos el contrasentido, consagramos a la mayoría de los hombres al absurdo, ya que la verdad no está hecha nunca a su medida. Ahora bien, nuestros medios, a cada vuelta de rueda, vuelven la verdad más fuerte y nos sentimos cada vez más desorientados en el universo, este universo que humanizamos sin cesar: esta paradoja no es menos trágica que la precedente y no se le ve una solución. ¿Cuánto tiempo subsistiremos presa del desorden? Pues el desorden no sabría eternizarse, el espíritu humano no lo soporta sin estallar. Entonces la catástrofe parece preferible y el hombre vacila en precipitarse, con la esperanza de forzar la mano al futuro.

Albert Caraco. Breviario del caos, Sexto Piso, 2004. página 75. Las negritas son mías. El texto original es de 1982. La traducción es de Rodrigo Santos Rivera.