Bogotana[mente]

Reseña publicada en la revista «El Sábado» del diario El Mercurio, 27bogotana de junio de 2015

Brutas Editoras es un emprendimiento independiente desarrollado por escritoras chilenas, pero con una sede ubicua; los libros se editaban en Nueva York, ahora al menos tienen el pie de imprenta en Chile. El proyecto es singular por otros motivos: la línea de Destinos Cruzados -la colección principal, hasta el momento, de Brutas- es la crónica sobre ciudades o países, con dos autores por libro, y siempre de otro origen. El resultado es un interesante caleidoscopio de miradas que resitúa la noción de pertenencia y que devuelve al ojo del visitante toda su capacidad de ver más allá de lo habitual. Hay títulos sobre Japón, Belarús, Chile y París, entre otros, a los que se suma esta doble crónica sobre Bogotá. El primer texto es de Alejandra Costamagna; el segundo, del venezolano Slavko Zupcic.

La crónica de Costamagna comienza en un territorio familiar para cualquier viajero latinoamericano en países vecinos o cercanos: las variaciones de la lengua, aunque va más allá del mero registro: se trata de descubrir al bogotano en los giros, en las metáforas, en el «sol de agua», un sol brillante que parece anunciar buen tiempo, pero que es, en realidad, un seguro presagio de lluvia. Costamagna rescata también el lado oscuro de la ciudad y del país, la terrible estadística de violencia que no puede disimular ni la deliciosa cadencia bogotana ni la amabilidad de tratarla de «sumercé». Si el texto de la escritora chilena invita a vivir la experiencia bogotana, el texto de Zupcic es una muestra de lo difícil que puede ser llegar a lograrlo, aunque se haya vivido muy cerca, y quizá por eso es una crónica tocada a la vez por el humor y por una rara especie de nostalgia. Criado en Valencia, Venezuela, y residente en Barcelona, España, Bogotá -gracias a un par de compañeros de colegio y sus familias- se convirtió en una suerte de mito, en la ciudad deseada y nunca vista que solo muchos años más tarde -y al final de su relato- pudo contrastar con la realidad. Médico psiquiatra de profesión y escritor también, Zupcic compone un texto híbrido en la forma, que usa mucho más las herramientas de la narrativa que las de la crónica. En realidad, lo mismo ocurre, si bien más del lado del lenguaje y el estilo, con el de Costamagna. Y ambos son excelentes aproximaciones a esa ciudad de altura que tiene su historia, su enigma y su cadencia subyugante.

Alejandra Costamagna y Slavko Zupcic. Brutas Editoras, Santiago, 2015. 133 páginas.

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