Reseña publicada en la revista «El Sábado» del diario El Mercurio, 7 de abril de 2012
La autora del libro es nieta de Ernst Himmler, hermano de Heinrich, el segundo hombre del Tercer Reich. Creció consciente de quién era su tío abuelo; estudió ciencias políticas y se dedicó al análisis del período nazi; se casó con un judío que perdió buena parte de su familia en los campos de concentración diseñados e impulsados por un Himmler. Y creció también con una versión simplificada y complaciente de su familia directa: si Heinrich era el jerarca nazi, Ernst era el apolítico; si su abuelo militó en el partido de Hitler, fue por imposición de su poderoso hermano. Pero todo cambió cuando su padre le pidió que buscara unos archivos de su abuelo que formaban parte de la masa documental desclasificada por los estadounidenses en los años noventa. Comienza entonces un viaje al pasado familiar que al comienzo le producía ataques de pánico y preguntas durísimas: ¿cómo ella, una investigadora del pasado y del establecimiento de la verdad histórica sobre el nazismo, se había conformado con una lectura tan parcial y complaciente de la historia de su familia?
Ese viaje la llevó a escribir el libro, una crónica sumamente acuciosa, reveladora y bien escrita sobre la familia Himmler, sobre su familia. Katrin quiso tener la capacidad de relatar a sus hijos la historia de los suyos sin los mitos que la adornaban en la intimidad y sin duda que lo logró; la Alemania de finales del siglo XIX y sobre todo del siglo XX surge nítida en este retrato de familia donde Heinrich es, sin duda, uno de los principales protagonistas, pero también sus padres, sus hermanos y sus mujeres, una familia clásica alemana que entró en el vórtice de las peores páginas de inhumanidad escritas en los últimos tiempos. Hay dos aspectos especialmente iluminadores en el libro. Uno remite a los alemanes comunes y corrientes y su complicidad con el nazismo; de esta manera entra en la controversia historiográfica que abrió, hace años, Daniel Jonah Goldhagen, con un estudio de caso, por así decirlo, que no abona precisamente las tesis extremas del historiador estadounidense. El segundo es más revelador aún y se refiere a cómo los descendientes de criminales, violadores masivos de los derechos humanos y psicópatas pueden atisbar en su historia, recomponerla sobre bases documentales y testimoniales y afrontar el presente sin la habitual carga de ocultamiento, culpa y negación que suele lastrar sus vidas. La valentía de Katrin Himmler para mirar de frente su crónica familiar puede ser, sin duda, un ejemplo para tantas otras personas en Alemania y otras latitudes. Incluido Chile, por cierto.
Katrin Himmler. Libros del Silencio, Barcelona, 2011. 406 páginas. Disponible en la librería Prosa & Política.