«Las primeras líneas de un libro son las más importantes. El máximo esmero siempre es poco. Críticos y lectores profesionales reconocen sin rubor que juzgan una obra por sus tres primeras frases: si no resultan de su agrado, en ese mismo momento plantan su lectura e inician aliviados la del libro siguiente».
Marcel Bénabou. Por qué no he escrito ninguno de mis libros. Anagrama, Barcelona, 1994. 135 páginas. Traducción de Thomas Kauf.