Reseña publicada en la revista «El Sábado» del diario El Mercurio, 10 de septiembre de 2011
Si alguien incluyera en la lista de países caucásicos la república de Avaria del Norte y Dargo, probablemente el hecho pasaría desapercibido para el lector común, que perfectamente podría confundirse entre nombres como Osetia del Norte, Kabardino-Balkaria o Adjaria; pero se trata de un país ficticio, creación de Iulia Latínina, periodista y escritora que continúa con la tarea que Anna Politkovskaya emprendió con tal afán que le costó ser asesinada a balazos en la puerta de su departamento: la denuncia de la corrupción en Rusia y especialmente en la relación de este país con el Cáucaso (de ahí el título de su novela, que recién llega a Chile junto con otros interesantes títulos del catálogo de la editorial Los Libros del Lince). Y aunque Avaria es un país ficticio, se parece sospechosamente a Daguestán, el vecino de Chechenia, cuya capital es Majachkalá (Korbi-Kalá en la ficticia Avaria). Dos millones y medio de habitantes ocupan un territorio también pequeño, de 50 mil kilómetros cuadrados, abundante en petróleo y montañas. Claro que en Daguestán hay también alrededor de 30 etnias distintas, clanes con un alto sentido de la territorialidad, para quienes los rusos son simplemente los antiguos invasores.
Para caracterizar con facilidad su novela, cabría comparar a Iulia Latínina con la cineasta Kathryn Bigelow. Si esta última destaca por una filmografía dedicada al terror y al suspenso, capaz de ofrecer una acción trepidante que mantiene en vilo al espectador durante más de dos horas en The Hurt Locker, Latínina despacha más que correctamente una novela que pulsa también teclas consideradas como cotos de caza privativos de los hombres: la violencia, el poder, la corrupción. Que de eso va lo que ocurre en Avaria del Norte y Dargo. Adentrarse en la trama sería un gasto inútil, por lo intrincado del argumento (aunque se sigue con gran facilidad) y porque es de la esencia de un libro de suspenso que el lector sea quien siga las vueltas y revueltas de la trama; en este caso, el enfrentamiento entre un ruso formado en Harvard, extrañamente resistente a los sobornos, y un líder local tan corrupto como cualquiera, pero con una extraña integridad que lo pone por sobre los otros, da cuerpo a una entretenida novela que impresiona por la realidad que devela y trasunta un hondo pesimismo.
Iulia Latínina. Los libros del Lince, Barcelona, 2009. 443 páginas.