Reseña publicada en la revista «El Sábado» del diario El Mercurio, 20 de agosto de 2011
Esta novela de Robert Stone, publicada en 1973 e inédita hasta ahora en español, es de una dureza que impresiona. Está aquella imagen que se ha construido sobre la década de los sesenta en Estados Unidos, que suma tanto el despertar de las libertades, el movimiento por los derechos civiles y la efervescencia del rock con el crimen político, la guerra de Vietnam y la violencia urbana. Pero se puede ir más allá; Stone desnuda la miseria y la locura, el sinsentido que anidaba no sólo en la aventura asiática sino también en el corazón urbano de Los Ángeles. Que las primeras cien páginas transcurran en Vietnam sólo es un prólogo, una manera de preparar el ánimo, un trabajo de contexto que muestra el camino por el cual un tipo cualquiera, que cumple vagas funciones periodísticas en representación de una revista especializada en crónicas escandalosas (y generalmente falsas), se convierte en traficante de drogas sin traicionar su conciencia. En la aventura, Converse engancha a Hicks, un soldado que deberá transportar la droga (tres kilos de heroína de altísima pureza) a Estados Unidos. Una vez allá, la mujer de Converse la traspasará a quienes la cortarán y la distribuirán. En el trayecto, todos serán ricos o, al menos, podrán vivir sin trabajar por un buen período de tiempo.
Pero, como es previsible, todo se tuerce. La operación está vigilada y tanto Hicks como Converse son meras marionetas y, a poco de la llegada del primero a Los Ángeles, comienza la violencia, la caza del hombre, hasta el enfrentamiento final en colinas boscosas cercanas a la frontera con México. Y aunque la novela toma tópicos muy propios de la narrativa norteamericana –la fuga, la persecución, el duelo final-, lo importante es el clima que Stone construye, un clima narrativo seco y desangelado, donde es casi imposible identificarse con alguno de los personajes que, además, ponen en la picota todos los sueños que levantó la cultura hippie. La paz exterior y sobre todo la interior son feroces caricaturas que la novela revela en toda su grotesca figura; al final, sólo quedan en pie la voracidad, la porfía y la adicción, mientras el feble tinglado de las utopías se desmorona sin vuelta de hoja. Un interesantísimo rescate, que vuelve a destacar el papel de las editoriales independientes en la ampliación del horizonte literario.
Robert Stone. Libros del Silencio, Madrid, 2010. 432 páginas. Disponible en la librería Metales Pesados.
en efecto fue leída